Ser bartender

Las fiestas hay que celebrarlas, porque no hay mal que dure cien años. De eso estamos seguros, pero… ¿Qué hay tener a mano para los cócteles ideales? Algunos consejos para sorprender a la familia y los amigos, y recibir a pleno el 2022.

Ni la pandemia, ni las complicaciones laborales-familiares, ni la malaria general pueden atentar con arruinar al barman que todos llevamos dentro. Por eso, aquí van algunas claves para que los festejos de fin de año contemplen una barra equipada y elementos de la cocina que den paso al buen trago que nos merecemos. 

Siempre presente

Los ritos de elaboración, mezcla y experimentación con bebidas existen desde que el tiempo es tiempo. Hay pinturas del antiguo mundo greco-romano, en especial de las míticas fiestas bacanales (de gran difusión en el ámbito del Mediterráneo) donde se bebía sin límites en honor al dios Baco. Más cerca en el tiempo, imágenes y famosos films sobre el boom vivido en Estados Unidos a comienzos del siglo XX y la recordada “Ley seca”, dan cuenta de la importancia de los tragos que comenzaron a elaborarse en secreto mezclando alcohol con jugos y otras bebidas para enmascarar su sabor. Pero el correr de los años ha ido perfeccionando la fabricación, incorporando elementos y herramientas modernas hasta lograr sabores sublimes que muchos identifican como los “tres pasos”. El primero sería utilizar como base a clásicos de alcohol destilado: ron, whisky, gin, tequila o vodka. A ellos se suma una segunda clase de ingredientes, muchas veces logrando el sabor principal, como el vermouth, los jugos de frutas, vinos, huevos, cremas y elementos que enriquecen la base. El tercer paso busca perfeccionar aún más la combinación y embellecer la copa, agregando color a la mezcla (granadina, blue curazao) y/o adornándola con frutales, cáscaras y hojas. Así que ya sabemos… si se cumplen esos pasos, seguramente el resultado sea buen sabor y excelente presentación.

La barra en casa

Saber algunas técnicas y contar con los elementos indicados, entonces, puede ser de gran ayuda para pasar un momento agradable con los amigos, que en verano siempre llegan a casa (o uno a la de ellos) con mucha más frecuencia y sin aviso. Qué mejor entonces que contar con algunos secretos y estar equipados y agasajarlos con buenos cócteles. Primero hay que contar con una barra clásica o una mesa de dedicación exclusiva. Debe tener cerca al menos dos tomas de electricidad para la luz y para la licuadora, y suficiente espacio para las bebidas. Además, se recomienda un banco alto para que el barman está cómodo. Y si hay buena música ambientando, mejor. En cuanto a los aliados, es imprescindible contar con “botellas espirituosas”, y el cuarteto de destiladas (whisky escocés, ron, vodka y gin) no puede faltar. Tampoco un Fernet, algún energizante o licor dulce, estilo Baileys o Amarula. Otra clave es el hielo (de medio a un kilo por persona) y frutas de estación, con algún destacado como puede ser el santo fruto brasileño: el maracuyá. A partir de allí, y contando con herramientas básicas como la licuadora (o minipimer), el mortero y la coctelera, sólo resta seguir la recetas típicas y animarse a experimentar.

Amargo serás vos

“Mi recomendación es salir un poco de la birra, el fernet y los tragos empalagosos.Abrirse a conocer nuevos sabores: amargos italianos, el vermouth, las bebidas secas, y no quedarnos con la idea que un cóctel tiene que ser algo saturado de dulzor”, dice Andrés Silveira, fotógrafo y creador del bar Los Beatles en Montevideo. “Siempre recomiendo tomar calidad y no cantidad, siendo conscientes de lo que introducimos en el organismo”, dice remarcando la experiencia de compartir y disfrutar el ritual en familia y con amigos. Agrega que otro mito importante es el que dice que menos hielo en el trago es igual a más alcohol. Pero no. El hielo es fundamental, cumple la tarea de mantener la temperatura, y a menos hielo el alcohol empieza a aguar el cocktail, y no queremos eso”, subraya el bartender. Finalmente, recomienda utilizar las pieles de los cítricos para decorar en vez de rodajas, ya que en ellas se encuentran los aceites esenciales que son más fuertes e interesantes que el jugo. 

Infaltables

– Cóctel Americano. Es un clásico antecesor del “Negroni”, que surge a mediados del siglo XIX en Italia, y su nombre se debe a la gran admiración de los estadounidenses por este cóctel. Es refrescante, amargo con toque dulzón y cítrico en nariz. Receta: directo en vaso de whisky, con hielos grandes, 30 ml. de vermouth Rosso, 30 ml. de Campari y completar con soda y piel de naranja.

– Caipiroska de maracuyá. Muy tomado en bares y barras de Buenos Aires. Lleva 50 cc. de vodka de peras Absolut Pears, media lima y pulpa de un maracuyá con dos cucharadas de azúcar. Se prepara cortando la mitad de una lima en cubos y se coloca junto al azúcar en la coctelera. Se macera bien con un mortero y se suma la pulpa de un maracuyá con cinco piedras de hielo molido. Se agita por unos 10 segundos y se sirve en un vaso corto o de whisky.

– Gin tonic clásico. No hay horarios para este señor cóctel. Refrescante como ninguno, la mezcla del enebro del gin y la quinina de la tónica es un ensamble perfecto. Se prepara en copa balón con hielos grandes. Se agrega 60 ml. de gin y se completa con tónica suavemente sin romper la burbuja del gas carbónico. Se remueve con una cuchara con un solo toque desde arriba hacia abajo para mezclar los ingredientes. Agregar una piel de limón o algún cítrico.

– Aperitivo Julep. Sale de fusionar dos clásicos como el Old Fashion y el Mint Julep, formando un refrescante que ayudará a mitigar días de sofocante calor. Lleva destacados como el Chivas Regal (30 cc.), Campari (20 cc.) y agua con gas. Se completa con hojas de menta y dos rodajas de naranja. Su elaboración se da en un vaso de trago largo donde primero se maceran las naranjas con la menta (sin romper las hojas). Luego se colocan tres piedras de hielo, el whisky, el Campari y el agua con gas. Se revuelve despacio y está listo.

– Gin Skelter (creado por Andrés Silveira en homenaje a Los Beatles y al gin). Es refrescante, con muchas capas de sabor que aparecen de a poco en el paladar. Se bate en coctelera 60 ml. de gin, 30 ml. de vermouth Punt e Mes y 30 ml. de sirope. Se completa con jugo de pomelo y se sirve en vaso grande con mucho hielo, decorado con rodajas de pomelo y arándanos.