Nunca es tarde para la vida
¿Qué hacer cuando sentimos que queremos cambiar el rumbo de nuestras vidas? Es una de las tantas preguntas que me hago en este nuevo libro, que indaga en nuestros prejuicios y la dificultad para logar la mejor versión de nosotros mismos, aportando tips, reflexiones y pasos a seguir para emprender el nuevo camino.
Sin percibirlo, vivimos inmersos en una serie de prejuicios que nos atraviesan. Y convivimos con ellos, muchas veces, a nuestro pesar. Pero… ¿y si queremos elegir un nuevo estudio, trabajo o actividad? ¿Hacia dónde nos dirigimos cuando se presenta esta necesidad de cambio de actitud hacia los hijos, la pareja, los amigos, o deseamos simplemente modificar hábitos con respecto a nuestro cuerpo y la relación con él?
La pregunta inevitable es aquí, una vez más: ¿es posible recalcular y realizar un giro a cualquier edad? Y la respuesta es, sí. Siempre estamos a tiempo para hacer cambios, no radicales, pero de 180 grados tal vez, que nos permitan desarrollar lo mejor de nosotros.
No es un fracaso
¿Cómo voy a hacer esto a la edad que tengo? Esa pregunta nos interpela muchas veces, cuando en realidad deberíamos preguntarnos: ¿Qué es lo que tengo ganas de hacer? ¿Con qué recurso cuento para llevarlo a la práctica? Cambiar de rumbo no implica un fracaso. Si encontramos dentro de nosotros esa pulsión creativa que todos tenemos y que nos lleva adelante incluso en la adversidad; aquello que nos hace únicos, diferentes al resto, y nos puede correr del estereotipo, nuestra vida podrá cambiar de rumbo significativamente. Pero con todo esto no alcanza: a esa fuerza se debe sumar una inteligencia emocional y espiritual, la capacidad de sentir empatía y una serie de valores fundamentales para manejarse en la vida.
Mente abierta
En pocos años, la forma de hablar, de comunicarnos y relacionarnos, ha cambiado. Una mente abierta permite, a través de lo espiritual, que las emociones se mitiguen, y puedan experimentarse atenuando el daño que puedan causarnos, potenciando todo aquello que queramos ser y hacer.
Páginas adentro encontrarán una mirada general sobre los efectos de la pandemia y la crisis global que nos tocó, más cerca o más lejos, a todos. Pero también interpelaciones sobre nuestra alimentación, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, fuera de los estereotipos. Asimismo, distintos tips, reflexiones y pasos a seguir para emprender el nuevo camino, y realizar el giro que tanto deseamos en el rumbo de nuestra vida, siempre, en busca de la mejor versión de nosotros. Pese a los vaivenes económicos, a las dificultadas personales y familiares, nunca debemos perder el horizonte y la actitud positiva. Esa debe ser nuestra guía. Estamos en un buen momento del año para pensar en cambiar, hoy y siempre.