Mi casa, la cuarentena y yo (9º parte)
Resignificar la palabra “lujo” puede ser una de las claves de la arquitectura de ahora en más.
Hace años en una charla mantenida con uno de los grandes arquitectos argentinos, Alejandro Apa, me dijo algo que, a la luz de lo que venimos viviendo, cobra total significado: “No debemos tenerle miedo al concepto lujocomo algo pensado para pocos. Era así, efectivamente, tiempo atrás. Pero hoy el lujo aplicado al hábitat refiere al disfrute que podemos alcanzar en una casa que, lejos del concepto tradicional, sea lujosa en espacios vivibles, bien diseñados, generosos de luz y de sol, amplios para disfrutar con los afectos, confortables. Ese es el lujo actual, transformado y diferente, que aporta la arquitectura de hoy”.
Hoy esa charla con el arquitecto Alejandro Apa se resignifica, como él afirmaba que pasaría con el lujo. Lo estamos viendo. No necesariamente son casas premium las que permiten a sus habitantes llevar cuarentenas más cómodas y contenidas, sino las que fueron diseñadas previendo el confort y el disfrute que ofrecería cada metro cuadrado construido.
Una pileta de natación no tiene por qué ser muy grande ni estar revestida con venecianos para darnos las mayores satisfacciones, permitir que grandes y chicos jueguen durante el verano, y en invierno climatizar el agua con un sistema solar que representará un desembolso al adquirirlo pero luego se amortizará alargando por todo el año la temporada de pileta, sin ningún costo adicional. Solo por acción del sol.
Una cocina puede ser un lugar donde el ama de casa apresure en soledad la preparación de las comidas porque es un local oscuro o pequeño o apartado del resto de la casa donde está su familia, o puede ser un lugar luminoso, bien ventilado y centro total de la actividad familiar. Esto no cuesta más, es el gran lujo con que podemos dotar a nuestra casa a través de un buen diseño de la planta.
Si esa cocina, además, puede sumar algunos metros “robados” al comedor formal que pensándolo bien no lo usamos tantas veces, podremos adicionarle un comedor de diario o un family donde todos se reúnan y mientras se preparan las comidas se comparte el momento.
Con un poco de atención podremos diseñar una cocina tan hospitalaria que usaremos para recibir, cocinar y comer en familia y con amigos.
El nuevo lujo también puede pasar por repensar el diseño del baño… Si no es posible proyectar los dormitorios en suite con baño, tal vez sí se pueda, organizando el espacio, diseñarlo compartimentado, de forma que la zona de lavabo quede utilizable cuando el área de ducha e íntimo se están usando. Este simple truco permitirá que el mismo baño rinda mucho más, y descomprima el momento en que se necesita salir de casa apurados y el baño se convierta en un cuello de botella.
¿Y qué dirían de una muy lujosa galería? No, no me refiero a pisos de mármol ni a cerramientos importados. Una galería lujosa es la que está bien orientada respecto del asoleamiento y aprovechando las mejores visuales hacia el jardín; es espaciosa para que pueda funcionar como quincho y como espacio de estar afuera; tiene una parrilla en uno de los extremos y si nos da el presupuesto, la acompañamos con una barra con bacha para preparar y servir los asados. No es necesario cerrarla para poder usarla invierno y verano -especialmente si, como dijimos, está bien orientada- pero podemos ponerle un par de ventiladores de techo y si quieren, un amplio brasero de hierro en el piso para que acompañe con su fuego cálido los asados invernales…
Tal vez ninguna situación imaginada por nosotros nos hubiera puesto ante ciertas comprobaciones como la cuarentena en casa. Vemos cuántas cosas podremos mejorar de ahora en más para que se cumpla aquel viejo dicho inglés, cada vez más real: “Mi casa, mi reino”.