Mi casa, la cuarentena y yo (6º parte)

Ambientamos la casa a nuestro gusto y posibilidades. En esta época de uso intensivo comprobaremos si lo hicimos bien, teniendo en cuenta estética, comodidad, funcionalidad y bajo mantenimiento.

Fuimos creativos y sentimos emoción cuando comenzamos a armar el interior de nuestra casa. Conscientes de que es nuestro lugar en el mundo, pusimos en la tarea todo nuestro afecto y las cosas que atesoramos a lo largo de nuestras vidas. Recreamos materialmente cada idea nacida durante el proyecto: el rincón de lectura, el espacio de encuentro alrededor del fuego del hogar, la familia comiendo reunida en el comedor de diario o recibiendo algo más formalmente en el salón principal. Esto, aquello y lo otro fueron creándose armoniosamente y un día estaba el trabajo completo. 

Y entonces, la casa, pensada para ser vivida contadas horas durante los días laborables y un poco más durante el fin de semana, de repente recibió a toda la familia, casi como un claustro, un día tras el otro, con sus noches. ¿Resisten nuestra decoración y nuestros materiales? ¿Las superficies lustradas de los muebles que nos enamoraron cuando estaban impecables siguen así o nos ponen cada día al borde de un ataque de nervios? ¿Y los géneros, elegimos lavables o no? ¿Deberemos tirar todo al término de la cuarentena o con una buena limpieza aquí no ha pasado nada?

Hay otros temas que no pasan tanto por la practicidad de los muebles y objetos que elegimos para el interior de la casa, sino por el cansancio que pueden provocarnos algunas cosas que nos parecieron novedosas y divertidas cuando las teníamos frente a nosotros unas horas por día, pero ahora nos están hartando un poco, como sucede con algunos colores o combinaciones de ellos. 

Veamos…

“Cuando me convocan para realizar la decoración de una casa -dice Romina Luque de Domus Decoraciones- me gusta tener una entrevista previa con los cliente para conocer sus expectativas, sus gustos y su estilo de vida. Siempre diseño los espacios pensando en que serán muy usados, nunca como lugares para “recibir” alguna vez. La casa debe ser vivida sin que su belleza se deteriore. Esto es posible si se arma cada ambiente pensando en las particularidades de quienes lo habitarán. Elegir los materiales, las terminaciones y los géneros apropiados para cada estilo de vida es un buen punto de partida. Y tener en cuenta, para no estresarnos con el uso intensivo de la casa, algunos tips, como:

• fundas: hoy son un must de la decoración. Podemos elegirlas en tusor, en algodones teñidos, tejidas. La arruga y la onda softse ven hoy muy cancheras y desestructuradas.

• cortinas: un elemento que viste como ningún otro! Es importante elegir géneros aptos para lavarropas, preferentemente sin plancha y cero tintorería. Hoy existen varios tipos de géneros así, incluso panas y linos que no necesitan los cuidados extremos de años atrás.

• almohadones: otro elemento que ayuda mucho a crear ambiente. Y si la idea es renovarse, eligiendo paletas neutras en simples almohadones y mezclando texturas, se consiguen cambios sorprendentes.

• mantas y tejidos: ayudan mucho a proteger sillones, apoyabrazos y acolchados. Dan calidez. Simplemente, tiralos al aire y dejalos caer… ¡canchero total!

¿Y qué pasa con los muebles? En Domus estamos trabajando mucho con maderas nobles para ofrecer a nuestros clientes muebles exclusivos sin encarecerlos. Nos gusta combinar esas maderas con mesas o islas con tapas de distintos mármoles, que iluminan los ambientes, aportan diseño, distinción, y son muy rendidores aún en tiempos de uso intensivo de la casa”, completa Romina, de Domus Decoraciones. 

Como si nos hubieran oído cuando hablábamos de los cambios que haríamos en nuestra casa una vez pasada la cuarentena, la siempre creativa gente de Alba -marca de pinturas del grupo AkzoNobel- nos aporta su novedad: raw, síntesis de lo natural e imperfecto como última moda en decoración. Rawes una vuelta a la esencia de los objetos, los materiales nobles, textiles con diseños orgánicos y tonos suaves, como principales características. Se integran elementos irregulares y naturales con otros simétricos y modernos. En esta fusión está la belleza de raw. Las claves del estilo, son:

•La madera tiene un rol preponderante. En estado puro lleva la naturaleza al interior del hogar. Las vetas se ven, se sienten y resaltan en este estilo que valora y pone de relieve la imperfección. 

•Los textiles y fibras vegetales aportan equilibrio. Algodones suaves, mimbre y rattan se entremezclan para potenciar el clima relajante.  

•Una paleta que impulsa la calma. La elección de los tonos debe acompañar y no competir con los materiales. Su rol es crucial al momento de provocar una sensación de calma y paz, propia de raw. 

Aquí los secretos se anclan en dos características. Colores claros que aportan luz y serenidad, y otros inspirados en la naturaleza que acompañan a los materiales protagonistas del estilo decorativo. Apostar por las distintas intensidades de blancos, beiges, cremas y grises puede resultar una de las mejores elecciones. Incluso si se los utiliza de modo continuo, sin límites, el efecto será mayor. Evitar los tonos saturados y con brillo. 

¿Cómo aplicar el color? Se emplean distintas técnicas en este estilo. Aquí algunas propuestas: 

-pintar paredes a medias –half paint-. Esta propuesta de aplicación de color ha comenzado a verse cada vez más. Transforma, descontractura y suma color sin invadir, agregando energía al ambiente. 

-emplear el mismo tono en piso y paredes para lograr una sensación de continuidad y amplitud. 

-crear un punto focal a partir de la combinación del color de la pared con un elemento de diseño propio del espacio. 

En definitiva, el estilo rawes sencillo, sin grandes pretensiones. Alba recomienda evitar la sobrecarga, lograr la armonía y pureza de los espacios de manera sutil y cálida. Seguramente ni el uso intensivo de la casa nos cansará de tanta armonía ambiental.