“Me encanta el desafío”
Es autosuficiente, inteligente y vital. Una vitalidad que al modelo y actor rosarino le permite embarcarse en varios proyectos a la vez. Inclusive, con alguna actividad que no tenga nada que ver con su profesión. Cuatro de los siete días, los dedica al gimnasio, su templo. Un templo que Christian Sancho jura y perjura solo utiliza como un medio terapéutico.
Aunque a los tres años Christian Sancho sufrió una hemiplejia cerebral y hasta los 10 no pudo hacer deportes, la vida le dio revancha y pudo alcanzar el sueño de conjugar el trabajo y la felicidad, en pasarelas, escenarios y sets de fotografía y filmación. A los 46, dueño de un cuerpo sumamente tonificado, el modelo y actor rosarino experimenta un presente creativo y productivo muy elevado. Sin embargo, no le pierde pisada a la periódica desconexión mental para mantenerse saludable.
¿Qué es lo que buscás a la hora de desenchufarse?
Lo mejor es un espacio verde, donde uno tenga la posibilidad de distenderse, disfrutar y conectarse con la naturaleza. En ese sentido, siento que lo fundamental es encontrarse en un lugar amplio, con buena energía y buenos amigos. Un country, un club privado o una casa con mucho verde, te lo brinda. Esa posibilidad es parte del desenchufe del ser humano.
¿Y cuál es tu lugar favorito en el mundo?
Tengo muchos… Rosario, Mar del Plata, Buenos Aires y México, lugares donde he pasado muchos años de mi vida y me han dado la posibilidad de conectarme con su esencia. Asimismo, Milán e Italia, donde viví muchos años. También Nueva York. Todos son lugares que me han dado mucho con su arte, su idiosincrasia, su cultura. Creo que el lugar en el mundo lo vas encontrando a medida que lo vas viviendo y viajando. En definitiva, me lo va regalando cada viaje y experiencia.
¿Te cuesta entrenar o es algo que disfrutás?
Disfruto muchísimo el entrenamiento. Es parte de mi calidad de vida. La posibilidad de encontrar ese lifestyle que fui encontrando con los años.
¿Cuánto tiempo semanal le dedicás al cuidado del físico?
Cuatro días a la semana y solo cuarenta y cinco minutos intensivos en cada sesión, donde pongo todo el flow, que para mí es una terapia. No lo hago desde un lugar estético ni por la construcción de un cuerpo a la moda. Lo hago, como dije, desde un lugar terapéutico. Puedo faltar un año al psicólogo, pero se me hace difícil si una semana no hago deporte. Es la terapia que más me ayudó.
¿Tu paso por Masterchef logró cultivarte en la cocina?
Me permitió divertirme. Ingresé como un invitado especial por tres semanas, para reemplazar a Victoria Zipolitakis, que ese momento estaba con Covid-19, y la verdad lo disfruté muchísimo. Aprendí, y por ahí, la gente me conoció más. Durante el ciclo, los televidentes conocieron a Christian, y no a ese personaje que uno construye en una película, en una serie o en una obra de teatro. Fue muy lindo recibir el cariño de mucha gente.
¿Sos de cocinar en tu casa para familiares o amigos?
Sí, me gusta cocinar en casa para amigos. Hago buenos desayunos y asados. Esas son mis especialidades, fundamentalmente.
Sos un buen lector, ¿no?
Me encanta leer del papel. Los últimos libros que estuve leyendo fueron “La maestría del amor” y “El actor”, que casual y causalmente, son del mismo autor, el mexicano Miguel Ruíz. Si tengo que elegir, hay muchos libros que me han dado la posibilidad de crear un pensamiento, de formar un criterio, una opinión. Siento que la posibilidad de leer es un viaje hacia un mundo lleno de sueños, de fantasías, de mucha poesía, que es lo que a mí me gusta. En la vida uno tiene que tener esa poesía constantemente y los libros me los dan.
¿Cuándo y cómo nació @aletaricajoyas, la línea de accesorios de cristales y piedras con propiedades energéticas?
La relación con Alejandra Tarica nació hace muchos años. A raíz de la posibilidad de la convocatoria de ella para hacer una línea de accesorios para hombre conmigo. Recuerdo que, al principio, lanzamos una línea de 10 rosarios. Fue tanto el éxito que tuvimos que la línea fue creciendo con distintos tipos de accesorios. Se ha creado un vínculo muy sano, muy honesto de mucho trabajo, de mucho compromiso, de mucho cariño. Y en lo personal, de encontrarme con algo diferente a la actuación y estar en un mundo que me apasiona, que es el de la moda. Y seguir a la vanguardia y encontrar esa posibilidad de seguir diseñando y creando desde otro lugar ajeno a la actuación.
¿Es cierto que te acercaste a la filosofía oriental?
Sí, pero la filosofía oriental fue algo que me encontró en la vida. Fue algo que el universo me regaló de algún lugar muy sabio, en un momento muy difícil de mi vida. Llegó a mí el shiatsu, una técnica de digitopuntura que me ayuda a desbloquear muchos lugares del cuerpo que, al pasar por malos momentos, están bloqueados. Me ayudó mucho leer y saber un poco más de la cultura oriental. Eso guía fundamentalmente mi equilibrio y mi armonía.
¿Si no hubieses sido modelo y actor, ¿qué serías?
Es una pregunta que me hago siempre. Y siempre llego al mismo final. Si no hubiese modelo y actor, creo hubiese sido un gran mochilero. Porque me gusta mucho viajar, conocer culturas, idiomas, países, gente. Me encantó encontrarme con gente que me ha dado la vida, tanto en el modelaje o la actuación. Tengo una gran fortuna, los amigos.
¿Qué proyectos laborales vienen para el verano y el 2022?Estoy comenzando a filmar una película que se llama “El portal”, con dirección de Mariano Argento y de la que soy el protagonista. Estoy muy en contacto con el personaje. Un personaje que denota una línea muy interesante para mí, de mucha sutileza, de mucha precisión en el cine. Es otro protagónico que me da mucha alegría y que se estará estrenando en el 2022. No sólo en cines, sino también en plataformas. Con respecto a la parte teatral, vengo de hacer dos obras, como “Departamento de solteros” y “Mentiras inteligentes”, y ahora estoy muy entusiasmado con mi participación en “Sex”. Será el próximo 6 de enero como protagonista de la obra que dirige José María Muscari. Me encanta el desafío, hacer un espectáculo interactivo, con tanta provocación y tantos talentos sobre el escenario.