¿Los anteojos protegen contra el coronavirus?
Segundas, terceras y cuartas olas de contagios en distintas partes del planeta siguen generando, además de agotamiento, múltiples preguntas sobre la efectividad de los cuidados. Qué se sabe sobre los ojos.
Aunque la vía de contagio principal del covid-19 es la respiratoria, también puede ser transmitida por el contacto a través de las manos y de superficies contaminadas. Si bien es menos conocida la carga viral presente en la lágrima humana, así como en las células corneales y de la mucosa conjuntival, se sabe que los aerosoles infectados por el virus entran en contacto con la superficie ocular y, posteriormente, al sistema respiratorio a través del conducto.
Desde los inicios
El primer médico que falleció en el mundo por covid-19 fue el oftalmólogo chino Li Wenliang. Así, esta especialidad médica ha estado muy ligada a la pandemia desde los inicios. “El mecanismo de entrada de los coronavirus en las células se produce mediante el receptor de la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ACE2). Este receptor para los coronavirus y el SARS-CoV-2 también está presente en las células oculares, y esta es la razón de que estos pacientes también puedan tener manifestaciones oculares”, afirma un artículo de Cristina Peris Martínez en BBC Mundo a fin de marzo de este año. “Combinar el uso de gafas y el de la mascarilla no siempre es fácil ni cómodo. Sin embargo, ambas prendas podrían ser complementarias como medida de prevención para evitar contagios”, completa la crónica de Mayte Rius en La Vanguardia. “Si pensamos que nos protegemos la nariz y la boca con un barbijo, es decir, una barrera mecánica para impedir la eliminación o entrada de gérmenes, o usamos una máscara facial como primera barrera de las puertas de entrada, ¿es descabellado pensar que una barrera extra de protección, como por ejemplo la de los anteojos de uso corriente, podrían ayudar a disminuir una puerta de entrada del virus como son los ojos?”, se pregunta también el Dr. Fernando Giusiodel Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires. Lo hace en base a un artículo publicado por la “Academia Americana de Oftalmología”, en enero de este año. Profesor en Medicina y Periodista Médico, Giusio recuerda que en la revista médica “JAMA Ophthalmology” fue publicado un estudio de la provincia de Hubei, China, donde se sugiere que el uso de anteojos puede reducir las posibilidades de contraer el coronavirus. “El estudio observó que muy pocos de los pacientes que estaban internados y enfermos con coronavirus en hospitales usaban anteojos, más teniendo en cuenta, que la miopía es muy frecuente en China; la contracara de esta observación sería que los pacientes que sí usaban anteojos, tenían menos hospitalización por Covid19 ¿Llamativo, no?”, señala.
Sumar, no restar
¿Cuál sería el mecanismo por el cual el uso de anteojos nos podría ayudar a prevenir o mitigar el contagio del coronavirus entonces? “Si bien no existe una respuesta absoluta a esta pregunta, y faltan estudios con mayor número de pacientes, se podría deducir que el uso de anteojos podría servir como recordatorio para evitar tocarnos los ojos y, asimismo, podrían actuar como una barrera parcial, protegiendo los ojos de las salpicaduras de una tos o un estornudo”, resume también Giuso. Tantas opciones se manejan para una enfermedad que azota a todo el planeta, que el uso de anteojos parecería en primera instancia ser una opción práctica, económica y hasta inocua, más teniendo en cuenta que algunos estudios indican que las personas se tocan los ojos involuntariamente unas diez veces cada hora. Hay que recordar, sí, que cuando se usan gafas es importante limpiarlas a diario como el barbijo. “Si no, en lugar de ser un elemento de protección, pueden acabar convertidas en un foco de contagio y no sólo de coronavirus”, coinciden los especialistas.