La creatividad salva
La capacidad de entender cada elemento que compone una situación y buscar nuevas soluciones, nos puede cambiar la vida.
La capacidad o facilidad para comprender y, a partir de allí, buscar nuevas formas de ver o hacer, es algo que necesitamos en todas las profesiones. Estamos viviendo en una época donde se espera que busquemos nuestras propias respuestas, nadie tiene una solución, y por eso es cada vez más importante el pensamiento divergente.
Puede ser una conversación del día a día, la resolución de un problema laboral, encontrar una salida cuando hay un piquete… cada vez más se requiere que seamos creativos para, en definitiva, vivir mejor.
Del pensamiento a la acción
La innovación, sucede en cualquier lugar, se alimenta de la curiosidad, de las mentes inquietas que se aburran de hacer lo mismo siempre. Es una capacidad de aceptar fracasos repetidos, de ser optimista, de saber que siempre puede haber algo más. La clave, es que esas nuevas ideas las lleves a la acción.
Es necesario tener una mirada amplia para ver que quizás la manera en que yo haga las cosas puede ser superada por otra mejor. Y para ello, trabajar en el desarrollo de la intuición e identificar patrones puede ayudarnos a construir nuevas ideas. Se sabe que las mayores oportunidades creativas se encuentran en el desarrollo de las habilidades humanas de colaboración, imaginación y empatía. Nutrir tu confianza creativa es desarrollarla igual que a un músculo. Por eso creo que hay que animarse y probar. Desde las cosas más sencillas pueden salir ideas: una conversación diferente, donde no juzgues de antemano; tomar una ruta alternativa a casa; escribir con tu mano menos hábil o leer en otros idiomas. Eso va a llevarte a fortalecer el “músculo de hacer distinto”, y cuando te toque alguna situación que antes te parecía imposible de resolver, vas a ver que tenés otra vuelta de rosca para avanzar.
Avanzar
Si elegís ese camino, quizá puedas asumir desafíos cada vez más complejos con perseverancia, superando las dudas y los miedos de “no poder”, Inspirate mirando, escuchando, oliendo… todo te va a servir para reconfigurar el entorno familiar y laboral. Te invito a que anotes todo lo nuevo que se te ocurra, o grabá ideas con tu celu, sacá fotos de cosas que te llamen la atención, guardá cosas raras que encuentres. Cambiando tu manera de ver el mundo, vas a mejorar sustancialmente tu día a día, y también vas a dejar de aburrirte de muchas cosas “obvias”. Tené siempre presente esos momentos mágicos donde te sentiste más vivo, acordate con quiénes estabas, cómo estabas, y buscá cuál fue el motor de ese sentimiento. El valor no reside en la idea sino en tomar la acción para poder trabajarla.
No vale juzgar si la idea es buena o mala, ni los límites de posibilidad, lo que importa es que sea diferente, que se salga de lo esperable, y así puedas construir una vida resolutiva.