Hablemos de sintetizadores
El sintetizador uno de los instrumentos musicales más versátiles y usados del mundo, que ocupa un lugar predominante en la producción de todo tipo de música, reemplazando incluso a los instrumentos acústicos clásicos.
Hans Zimmer es un compositor alemán de música cinematográfica, pero también de video juegos, que se caracteriza por la integración de música electrónica y arreglos sinfónicos orquestales utilizando sintetizadores polifónicos, samplers , Workstation, y sobre todo, sintetizadores virtuales, capaces de reproducir todo tipo de sonidos orquestales, generar climas espectrales, percusivos y de cualquier otro tipo de sonido impactante como el de un helicóptero, una bomba, el viento, truenos o melodías dulces como la de una pequeña flauta. En mi segunda profesión, la de músico, que ejerzo hace 50 años, descubrí así que amo los sintetizadores, y por ser además coleccionista, les propongo un repaso sobre su evolución y penetración en el mundo de la música, hasta apoderarse hoy en día de un rol fundamental en la generación de sonidos y emulación de instrumentos musicales.
¿Qué es, y cómo funciona?
Un sintetizador es un instrumento musical totalmente electrónico que produce sonidos mediante la generación y síntesis eléctrica de frecuencias u ondas sonoras eléctricas, electromagnéticas y electromecánicas. No obstante, los que usan este último tipo de frecuencias son los menos populares en la actualidad.
Un teclado sintetizador funciona de manera similar a otros instrumentos, al presionar las teclas genera una señal electrónica que se convierte en ondas acústicas, y estas a su vez se transmiten a través de altavoces produciendo así el sonido. Cuatro componentes básicos son necesarios para que este proceso sea posible. Nos referimos al oscilador, el filtro, el amplificador y el modulador.
El lavarropas pionero
El Mellotron, es el primer sampler analógico, reconocido por músicos como una piedra originaria. Es un instrumento de teclado con un sistema electromecánico que fue diseñado y comercializado por una familia inglesa, y se realizó sobre una idea que Harry Chamberlain venía desarrollando en California desde 1946. Pero el primer Mellotron salió al mercado en 1963, siendo adoptado inmediatamente por grupos como The Beatles, Moody Blues, Génesis y King Crimson, entre otros. Ellos lo incluyeron inmediatamente en sus grabaciones y conciertos por las prestaciones que incorporaba. Se puede decir así que el Mellotron es el primer instrumento que, partiendo de una grabación previa, pone el sonido real de cualquier instrumento al alcance de la mano de los tecladistas. Es el principio básico sobre el que posteriormente se desarrollarían los samplers digitales. Su funcionamiento técnico se basa en un juego de cintas magnetofónicas, una por tecla, que a merced a la presión del músico sobre el teclado se aproximan a una cabeza de lectura magnética. Es decir: bajo cada una de ellas se esconde el mecanismo reproductor de un magnetofón. Ahora contaremos la anécdota y el sobrenombre que tenía: le decían El lavarropas, porque era blanco aparatoso y tenía un motor que hacía girar las poleas con las cintas. Imaginen este instrumento que era capaz de reproducir un coro, violines, flautas o cualquier instrumento desde la grabación de un loop. Y eso a comienzos de los 60’, cuando grandes diseños de sintetizadores y emuladores aparecieron de a poco. El Mellotron gozó de una vigencia de algo más de dos décadas, tiempo en que se lo incluyó en cientos y cientos de discos, y aunque no lo puedan creer, aún hoy se sigue usando en bandas de rock progresivo, ya que su impronta es única, más allá que fue sustituido por aparatos digitales más pequeños y versátiles, que lo suplantan también con sonidos de grabación de los instrumentos en forma digital (sampleo). Les dejo un ejemplo para que lo busquen y lo escuchen en la introducción original de “Strawberry Fields Forever”, tema de John Lennon y Paul McCartney.
El nacimiento
Si bien el origen de los sintetizadores se encuentra a principios del siglo 20, con diferentes artefactos muy experimentales y rudimentarios como el Theremin, fue hasta la década de los 60’ cuando de forma simultánea, dos personajes dan a luz sus instrumentos de forma comercial: Bob Moog y Don Buchila. Fueron aproximaciones muy distintas, el primero con un objetivo más musical; y el segundo con un mercado carácter experimental. En esta primera etapa se trataba de sistemas modulares muy costosos, producidos estrictamente bajo pedido, de tamaño gigante, sólo para unos pocos afortunados como el legendario tecladista Emerson, líder de la banda Emerson, Lake and Palmer, que se destacaba usando uno de los sintetizadores modulares como el Moog System 55. Pero la etapa más interesante comienza a principios de los 70’ cuando Robert Moog da luz el mítico Minimoog, primer sintetizador de tamaño portable y a precio medianamente asequible. Uno de los primeros no modulares en los que la estructura y el flujo de señal entre los componentes del sistema estaba predeterminado. Es decir, no había que cablear manualmente entre sí para producir un sonido. Un sistema que ofrecía menos posibilidades, pero te acercaba enormemente al mundo de la síntesis. Desde allí en más, bandas y bandas se destacarían por su uso, ampliando el espectro de sus posibilidades sonoras. Como anécdota, me queda contarles que tengo uno de estos originales instrumentos, y hoy, después de 45 años, sigo usándolo a la par de otros más modernos y sofisticados, porque es increíblemente versátil y de una calidad sonora única, gracias a sus componentes. Aquél original lo pude comprar en Paraguay a mediados de los 70’, cuando sólo Charly García tenía una de estas inmejorables maquinas en esa época, dando comienzo a la historia de una generación de este tipo de instrumentos que no para de crecer. Sólo resta decirles que verdaderos “himnos” de distintas épocas se han logrado gracias a los sintetizadores. ¡Hasta la próxima!