El plan de simplemente estar

Es muy importante aprender a soltar el control, disfrutar del “no hacer nada” para que tu cerebro descanse, y luego ponernos creativos para mejorar en lo emocional y laboral.

¿Escuchaste alguna vez hablar del niksen? Es una palabra neerlandesa, que resume en seis letras la idea de “no hacer nada”, un concepto que en el mundo en el que estamos habitando llama mucho la atención: parece que cuanto más ocupado estás, sos mejor en lo que hacés. Mientras que el mindfulness nos pone en atención plena y consciente, el niksen nos propone “crear tiempo para simplemente estar”, y dejar que tu mente vaya a donde le guste ir, sin limitarla, lo que ayuda a controlar el estrés y a mejorar el cansancio.

Ventanas

¿Qué ventajas nos trae entonces el niksen? No hacer nada u ocuparte de algo trivial, como una forma de disfrutar de tu propio tiempo, no es exactamente no hacer nada, sino hacer lo menos posible. En el mundo tecnológico en el que vivimos, celular en mano las 24 horas, computadoras y otros tipos de dispositivos pegados, pareciera imprescindible dedicar tiempo a mirar por la ventana un amanecer, contemplar simplemente la lluvia, o permanecer sentado en paz, sin hacer ninguna actividad. Muchos estudios demuestran que el cansancio y el agotamiento reducen altamente el desempeño en nuestras actividades y en la productividad. Sabemos que es muy difícil el “no hacer nada” porque nuestra cultura puede llamarnos “vagos”, pero es muy necesario soltar el control de nuestras vidas por un rato y darnos permiso para solamente dejar pasar el tiempo. Es importante recobrar la capacidad de que nuestro cerebro cree nuevas conexiones, soñar despiertos, ponernos creativos.

Podés

Hoy te invito a que “hagas nada”, pero seriamente enfocándote en el “no”, consciente de que es necesario poner tu mente en pausa, para que tu cerebro descanse y que la intención detrás de la decisión sea lo que cuente. Soltar la presión de ser la mejor versión de vos mismo las 24 horas del día, no es fácil, pero tampoco imposible. Conectarte con tu modo auténtico, divagante, creativo, ponerte en modo pausa y descansar para luego regresar con todo es una herramienta para ejercitar. ¿Te animás a probar?