CLAVES PARA CONVIVIR EN LOS CLUBES DE CAMPO
La vida en los countries es una hermosa experiencia, sin embargo, las relaciones sociales son similares a las que se dan.
La vida en los countries es una hermosa experiencia para todos los integrantes de la familia. El verde que rodea nuestras casas, la práctica deportiva, el encuentro y las caminatas con amigos, los atardeceres, el silencio, la libertad y tranquilidad de los chicos jugando en con sus amigos.
Sin embargo, las relaciones sociales son similares a las que se dan fuera de los límites de nuestro club. Existen circunstancias que, en determinadas oportunidades, escapan de la lógica de la buena vecindad, más allá de los deseos de los integrantes de una comunidad.
Uno de los factores que más inconvenientes se generan en los clubes de campo, es el cumplimiento de normas de convivencia, que permitan que los miembros de esa comunidad, socios, dirigentes, empleados, y aquellos que cumplen servicios externos, se relacionen en forma armónica y respetuosa.
La fantasía de vivir en una burbuja, donde todo se puede, y que ser propietario y pagar la expensa, nos da derecho a hacer lo que queramos, es un aspecto muy común y a la vez muy tóxico en las relaciones sociales en estas organizaciones.
Toda sociedad, necesita de normas que permitan la convivencia, que regulen los conflictos y que los mismos no se resuelvan por la ley del más fuerte.
Es por ello, que los dirigentes tienen que intentar constantemente, generar espacios de respeto mutuo, de cumplimiento de las normas, y de mecanismos de resolución de los conflictos, que sin duda se presentan constantemente.
Las pautas normativas deben abordar temas tan disímiles, como el tránsito en las calles, cuidados de los espacios comunes, cuestiones vinculadas al trato entre vecinos, temas vinculados con límites entre los lotes, ruidos molestos, animales domésticos, etc.
Son abrumadoras las estadísticas de los conflictos que pueden terminar en situaciones de violencia, cuando temas que aparecen como triviales no son conducidos correctamente.
Para ello es necesario que primero haya normas consensuadas entre los copropietarios que sean debidamente debatidas y una vez aprobadas muy bien informadas al conjunto. Mecanismos de alertas temprana para conocer los conflictos cuando suceden, y una comisión específica conformada por propietarios con predicamento en la comunidad countrista que ayude a resolver los conflictos.
Dirigir un club de campo, abarca una serie de temáticas complejas, que los miembros de la CD, tienen que tener en cuenta y deben contar con los instrumentos y la disposición de dirigentes y profesionales, que ayuden a llevar a cabo la tarea, y no padecerla, sosteniendo ante cada situación, “que he hecho para merecer esto”
* Lic. Gustavo Korovsky
Consultor Institucional
Completamente de acuerdo y cierto lo que expresa el autor de la nota. Para leer, muy interesante
Cómo socia de un Club de Campo desde hace más de 50 años, comparto lo expresado en el artículo. La convivencia es uno de los problemas que requieren mayor paciencia, y dedicación por parte de los sucesivos Consejos de Administración
Muy interesante, comparto lo expresado por el autor de la nota
Todo realidad. Muy buen artículo.
Gracias por tu comentario Fabio.
Muy claro y verdadero. será momento de pensar q el bien común no va en desmedro del bien personal, por el contrario lo mejora exponencialmente.
Gracias Aníbal por tu comentario.
Acuerdo totalmente, sólo podemos crecer, si lo hacemos dentro de nuestra comunidad, enriqueciéndonos de todos y cada uno.