Al arte de crear y combinar
Desde lo tradicional a lo moderno, pero también en la delgada línea que une ambos universos, el estudio F+G hace de la arquitectura una perfecta fusión entre lo estético y lo funcional.
“Siempre decimos que cada obra es un nuevo desafío, aunque sea muy similar a otras. Porque están los deseos de cada propietario, sumado a los materiales a utilizar, el tiempo que se requiere a tal fin y el propio contexto que muchas veces beneficia y otras limita. Eso hace única cada refacción o construcción nueva, y es parte de lo lindo que tiene este trabajo”, cuentan desde F+G. Especialistas en dirección, gestión, diseño y construcción de proyectos residenciales, comerciales e institucionales, tanto públicos como privados, el estudio que tiene sus inicios en 1998 hoy atesora un largo recorrido a cago de los arquitectos Leonardo Ferretti y Daniel González Montauti.
Versátiles
“Nos gusta la arquitectura, más que una tarea en especial”, aseguran. Eso puede verse en la multiplicidad y variedad de las obras. “Por ejemplo, cuando proyectamos y construimos una casa de un country ya bien consolidado donde la funcionalidad y la vista debían ser claves. La obra estuvo originalmente pensada para un matrimonio con un solo hijo, pero proyectó la llegado de otro niño o niña más. La idea y el concepto conjugaron muchos aspectos de la construcción tradicional como la presencia de mampostería y ladrillos, pero sumamos una estructura distinta, más moderna, donde el hierro y la perfilería metálica doble T queda a la vista junto a las losas premoldeadas y se tornan protagonistas. Esto, además del aspecto estético, aporta mucha rapidez a la edificación. Y sumó, asimismo, por la ausencia de tanta pared, una vista vidriada excepcional en ambas plantas, aprovechando así todo el entorno”, cuentan. En ese trabajo se incluyó a todo el equipo, compuesto de otros dos arquitectos y personal técnico especializado. “Una cara contrapuesta de aquello fue la obra en la avenida Donato Álvarez. Era una refacción de una “casa chorizo” tradicional y debíamos hacerla por etapas. Incluso el terreno es más angosto todavía, con 7 metros en vez de 8,66. Y fue un reto por lo angosta y muy larga, con construcciones hasta el contrafrente, llegando a 30 metros de longitud. Allí, por ejemplo, se dejó a la vista la estructura original del techo, que era muy alto. Sumamos entrepisos pero respetando los tirantes de pinotea que confluían en una bovedilla Catalana muy linda, hecha de ladrillos enormes con carga de tierra y chapa. Armamos también pasillos de comunicación entre las alas y reformamos garaje y el living, creando un estudio de uno de los integrantes del matrimonio. El último tramo del trabajo lo realizamos en la terraza alternando tradición y modernidad, con un quincho de estructura independiente con un deck de madera sintética que no requiere mantenimiento”, amplían. Desde las primeras refacciones a emprendimientos nuevos en grandes urbes y barrios cerrados, modificaciones en casas y en edificios históricos como el de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) o el reciclado de una famosa cúpula de Diagonal Sur en el microcentro porteño. F+G es una referencia en el rubro.
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