¿Nuevos caminos para el vino?
Una nueva “ruta” se abre hoy en este universo diverso y apasionante.
La pandemia cambió el hábito de consumo de muchos, especialmente de aquellos no tan jóvenes que descubrieron la compra fácil y ágil usando internet, sin moverse de sus casas. En nuestro caso, al ser una bodega mediana que no vende sus vinos en canales masivos como mayoristas o supermercados sino en tiendas especializadas, notamos que nuestros consumidores continúan comprando de manera local y presencial, pero crecen las consultas respecto a compras online.
En ellas, también vimos cierto interés hacia vinos menos dulces y alcohólicos. Y es que cada vez más se ven en los mercados internacionales vinos con menor graduación alcohólica y, por lo tanto, calorías, principalmente destinadas a satisfacer paladares y preferencias de consumidores que llevan una vida saludable y no quieren perder la oportunidad de disfrutar de un buen vino. Con ello también viene la exigencia de sustentabilidad y ahora un creciente interés por vinos veganos. Eso nos conduce asimismo a tomar el tema del cambio climático y la transición eco, un gran desafío para el mundo del vino. Hace tiempo ya que países como Canadá e Inglaterra están exigiendo reducir la huella de carbono en la industria principalmente por el uso de botellas pesadas y el transporte marítimo de vino en botella. Para dar una idea, en un contenedor de 20 pies se transportan 24.000 litros de vino a granel pero sólo 9000 si el vino va en botella, por lo que muchos países europeos, en especial Alemania y Francia, importan vinos a granel para embotellar en sus países disminuyendo costo y también convirtiéndose en “eco-friendly”. Al mismo tiempo, fábricas de botellas de vidrio ofrecen botellas más livianas con el mismo fin. Para las bodegas es un reto porque conceptualmente los consumidores quieren vino en botella de vidrio y con tapón natural, pese a que los envases están evolucionando, ampliando las opciones de vino por copa, bag-in-box, pequeños envases de seis botellas de vino (0,187 l), Kegs, en cajas de cartón o en latas. Estos nuevos formatos están comenzando a ser atractivos para minoristas, bares y restaurantes, y también para nuevas categorías de consumidores, pero aún no de forma significativa. En Valle de la Puerta, por ejemplo, enviamos vino a granel a Europa para ser embotellado en 187ml PET para British Airways y también en vidrio para grandes cadenas de supermercados, y también a Estados Unidos para clubes de vino. Así exploramos el tema de vinos en Bag-in-Box y Kegs para uso en bares y restaurantes.
Pero estas son apenas algunas de las tendencias. Hay muchas otras, como la idea de llevar el vino con nosotros a la hora de comer fuera. Y es que si bien los restaurantes arman sus cartas con marcas conocidas porque los consumidores las reconocen y se les facilita la elección, eso deja afuera vinos de excelente calidad y al alcance de los consumidores. En muchas partes del mundo ya es común que restaurantes acepten y promuevan que sus clientes lleven sus propios vinos y apenas cobren servicio de copas y otros elementos. Esta modalidad es ideal porque todos tenemos una preferencia en vinos, y poder disfrutarlos en nuestro restaurante preferido es un placer. Pero como decimos, son algunos de los cambios que vienen, y estamos atentos a ellos.
Por Andrew Noble, VP Sales & Marketing; Javier Collovati, Wine Maker e Ingeniero Agrónomo. Bodega Valle de la Puerta