Ansiedad post Covid
Cuando las personas tienen un trastorno de ansiedad, a menudo le temen más a la alarma que al fuego, y consagran todas sus energías a apagar el síntoma y no la causa.
Cierto grado de ansiedad es adaptativo y puede permitirnos rendir a un alto nivel. Suele indicarnos, por ejemplo, que estudiemos para un próximo examen, nos preparemos para una reunión, o nos aseguremos de mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. Pero hay que distinguir entre esa ansiedad adaptativa o productiva, y aquella desadaptativa o improductiva. Trabajar sobre los riesgos y los recursos puede despejar el panorama y hacer de la ansiedad, cuando aparezca, una herramienta positiva.
Transformar
En marzo del 2019 llegó el Covid-19, y las alarmas se encendieron. Muchos pacientes, ante el distanciamiento social combinado con los factores de riesgo y la incertidumbre, comenzaron a transitar un camino hacia el incendio. Otros, quienes nunca habían experimentado estos síntomas, comenzaron a vivirlos, y otros tantos se encontraron en la recaída en semejante contexto. Quien pudo exponer una ansiedad adaptativa, seguramente logró reunir recursos, resolver problemas y medir los costos y beneficios de las opciones que tenemos ante nosotros. Pudo dimensionar una amenaza realista (tener miedo a los leones, por ejemplo) de otra desadaptativa, que es ansiedad sobre la ansiedad, por ejemplo a subir a un ascensor. Al aceptar, observar atentamente y usar positivamente la ansiedad, trabajamos para eliminar aquel aspecto improductivo, dañino, de modo de transformarlo en algo mejor. El alivio es tan posible como gratificante.
*Paula Maresco y Romina Leardi son licenciadas en psicología, con amplia trayectoria en instituciones, ámbitos educativos y consultorio.
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