Un carisma infalible
Aún con miedos, las personas entusiastas logran encontrar su fuerza interior para crear la vida que desean. Ese estado de emoción apasionada, pese a las adversidades que puedan atravesar, hace la diferencia.
Con entusiasmo, todo es diferente. Trabajo más de 10 horas por día, y algunas de esas horas son de manera individual con algún político o ejecutivo, y el resto con grupos. Hay siempre algo en común que escucho de unos y otros. “Paula, cuánta energía transmitís”. La verdad, salgo de los lugares mejor de lo que suelo entrar, porque todos afrontamos dificultades. Pero me encanta poder dar algo a los demás, y mi pasión es el motor de mi evolución, y la de quienes me rodean. Estoy conectada con el presente, y eso me permite mirar y escuchar, confiar en que allí me necesitan. Eso me entusiasma, y creo que las personas entusiastas logramos una fuerza que impulsa y genera buenas conexiones con quienes nos rodean. Así es más fácil pensar en objetivos y derribar las creencias limitantes. Dicen que los entusiastas ven mejor, y pueden distinguir las cosas importantes de otras que no lo son. No se pierden en quejas ni en críticas a los otros.
El entusiasmo es un estado de ánimo que permite desarrollar la creatividad e inspirar a quienes estén cerca. Los entusiastas transforman con su fuerza y hacen que las cosas ocurran. Vencen los desafíos con alegría y están siempre preparados para lo que vendrá. Es una palabra que usamos poco y que tiene un gran poder, un estado emocional que todos podemos desarrollar si ponemos foco en creer en nosotros mismos, en nuestra fuerza y en la de los demás.
Acción y transformación
El entusiasmo activa y modifica lo propio y lo que lo rodea. Claro que muchas veces hay que reconciliarse con uno mismo para poder logarlo, sostener lo que nos pasa y aceptar lo que puede venir. Ponerle palabras a los buenos pensamientos, a las ideas de hoy que van a ser realidad mañana, porque vas a encontrar recursos dentro tuyo, siempre y cuando los busques. Claro que no podemos forzarnos a estar siempre entusiasmados, pero sí podemos empezar generar el camino, porque el entusiasmo es contagioso, y te lleva a lugares increíblemente poderosos. Entonces:
-Hacete una lista de cuáles son las actitudes que tomás frente a sucesos que evalúes como negativos, o que te tiren para abajo. Es necesario identificar las emociones disfuncionales y de dónde provienen.
-Ponele palabras a lo que sientas y creas que te entusiasma. Escribilas, recordalas, revivilas, eso va a hacer que regeneres emociones de vibración alta (alegría, amor, gratitud, serenidad) y así vuelvan a estar en primer plano.